Daniela Fiquitiva tiene 23 años y a su corta edad ya ha sufrido más de 100 fracturas en distintas partes de su cuerpo. Ella sufre una enfermedad llamada osteogénesis imperfecta, también conocida como ‘huesos de cristal’, un trastorno genético en el que sus huesos son tan frágiles que se pueden fracturar ante el menor golpe.

La joven ha aprendido a convivir con su dura enfermedad y el pasado martes llegó a Santa Marta para disfrutar del mar en unas cortas vacaciones. Sin embargo, la alegría de aprovechar la playa duró muy poco, pues sufrió un inesperado accidente el pasado miércoles.

Ella se encontraba sentada sobre una silla en la playa contemplando el mar, pero una de las olas se extendió de manera imprevista y llegó muy fuerte hasta sus piernas, por lo que se fracturó las dos tibias. En medio de la emergencia tuvo que ser trasladada a la clínica El Prado, donde, desde entonces, se encuentra hospitalizada.

Pese a que Daniela estaba cubierta por un seguro de Assist Card, los recursos se agotaron y luego pasó a la Nueva EPS; allí comenzó su calvario.

Los médicos firmaron una orden en la que piden que la paciente sea trasladada vía aérea de regreso a su ciudad de origen (Bogotá) donde ya hay clínicas que conocen su proceso, pero especialmente porque en esta ciudad Daniela puede tener las óptimas condiciones, ya que allí está toda su familia.

“No vivo en Santa Marta ni conocemos a nadie, no tenemos conocidos ni nadie que nos pueda ayudar. Pese a nuestros escasos recursos, mi papá viajó desde Bogotá para acompañarme, pero él no tiene ningún lugar donde permanecer”, dice la joven.

Y es que la única solución que le ofreció la Nueva EPS -que finalmente se pronunció en la noche del viernes- es trasladarla a la ciudad de Barranquilla, donde tampoco tienen familia ni conocen a nadie.  

“No somos de la Costa, somos de Bogotá y en Barranquilla, si bien pueda que me hagan la cirugía, la recuperación es dispendiosa y requiere un mes de recuperación y no tenemos los recursos económicos para permanecer en una ciudad donde no tenemos ni un solo familiar. Lo único que pedimos a la Nueva EPS es que me trasladen a mi ciudad de origen”, dice la joven paciente.

Este medio digital le expuso el caso a la Nueva EPS a través de la dirección de comunicaciones en la red social Twitter, pero al momento de esta publicación no habían respondido los mensajes.